Fue una eterna y dolorosa espera. En algún momento hasta pareció una broma. Los que seguimos a Vain perdonamos todos los titubeos en redes sociales de su líder Davy Vain respecto al lanzamiento de lo que sería su nueva placa en 6 años.
A mi gusto, Vain es una de esas bandas subvaloradas y de culto, que se pierden en la afluencia de grupos cuando un estilo se pone de moda y que con un mejor management pudieron haber llegado a la altura de Mötley Crüe. Creo que No Respect y All Those Strangers son discazos que derriten a cualquiera que ame el glam metal y pueden enganchar fácilmente a los fans del heavy.
Davy Vain siempre tuvo la capacidad de expresar no sólo con palabras sino con el tono de su voz y eso es en parte, lo que define a un buen vocalista. Con un grito o bien un susurro, la actitud menester en este estilo, ese timbre nazal y el titubeo casi sexy en su voz siguen ahí, intactos.
El disco no suena super moderno y la verdad creo que tampoco se esperaba eso de una banda que triunfó en un estilo como el glam, sino que cumple con la expectativa de entregar material con una buena producción, gancho, onda y honestidad.
La placa no los supera pero fácilmente está a la altura de los discos de sus años dorados. Deliver The Passion, Long Gone y Sacrifice remiten a esos temazos gancheros tipo Who’s Watching You o Looking Glass, simplemente una explosión de riffs, coros pegajosos, actitud y ese nasty glam del bueno pero también hay cortes mid tempo que logran el balance con tintes más pesados y sombríos.
Rolling With The Punches es un regreso triunfal. Es honesto, oscuro, hipersexual, impetuoso, lleno de impronta y la prueba de que Davy Vain es el ave fénix del glam metal.