Abran paso para el príncipe de la oscuridad. Glen Danzig ha vuelto con material original después de 7 años, conservando ese sonido sombrío, que roza lo siniestro, sin renunciar a influencias como Elvis, Roy Orbison y Jim Morrison.

Black Laden Crown está bastante lejos de las placas como Danzig o Lucifuge. En vez de temas con más gancho, Danzig se ha volcado a un sonido denso y pesado, que fascinará a los fanáticos del doom, del stoner y de las corrientes más oscuras.

En general hay temas de producción que mejorar pero también hay que recordar que Danzig siempre se inclinará por grabar y procesar los temas de la manera más análoga posible y sus raíces punk se sienten en ese sentido. Creo que por donde se mire, este disco suena mejor que la placa anterior, Deth Red Sabaoth (2010).

Soy de esas personas que prefiere escuchar nuevos discos comenzando de cero. No leo nada al respecto, evito toparme con spoilers y los prejuicios que puedan generar. Y desde que escuché los primeros acordes de Black Laden Crown la batería me hizo ruido. En algunos temas suena muy seca y en otros más brillante, bastante dispar. Entendí todo cuando, al documentarme después, supe que 5 bateristas participaron en las grabaciones, incluyendo al mismo Glen Danzig.

Este es un disco a lo Satyricon, donde los principales gestores de toda la música fueron Glen y Tommy Victor. El resto: Joey Castillo, Johnny Kelly, Dirk Verbeuren y Karl Rosqvist forman parte de la lista de bateristas que contribuyeron en el disco.

Black Laden Crown no es una sorpresa. Es un buen disco, con temas de producción, pero a cambio de eso suena honesto, crudo, primitivo y espeso. Es la banda sonora perfecta para el invierno y esos días oscuros, grises y con ese frío que cala los huesos.

Highlights :

Devil on Hwy 9. De carretera!

Last Ride. Iba a aparecer en la banda sonora de The Walking Dead sin llegar a puerto

Skull & Daisies. The Doors en su versión más siniestra