Los periodistas vivimos de historias. Y cómo no, si nuestra profesión está llena de anécdotas. De mis favoritas: encuentros con músicos a los que escuchaste toda tu vida y que nunca pensaste conocer, para bien o para mal. Material para la memorabilia personal.
1.- Doro Pesch, Wacken 2011. La diosa del metal, Doro Pesch, después de nuestra entrevista y al momento de sacar las fotos, se acerca y me pregunta – Oye, ¿se me habrá corrido el rimmel? – pasándose un dedo bajo los ojos. Complicidad entre mujeres. Yo ya sentía que éramos bff – No, te ves perfecta! – Toda la verdad 😀
2.- Carcass, Chile, 2008. Ese fue uno de los años más complicados de mi vida. Estaba pasando por una depresión fuerte y cuando conocí a Jeff y a Bill, me di cuenta de que estaban cansados de que la gente les hablara una y otra vez de lo grande que era Carcass. Por supuesto, alguien a su nivel es un referente pero al fin y al cabo son people like you and me. Así que al sentarme a su lado , empezamos a hablar simplemente de la vida. No sé bien cómo pero en un momento tenía a Jeff y Bill escuchando algunos de mis dramas y hasta dándome consejos! A penas los conocía pero sus palabras fueron sumamente importantes para mí en ese momento. Cuando nos despedimos, Jeff me miró a los ojos, diciendo “No sé bien cuáles son todos los motivos que te tienen deprimida, pero sin importar eso, no te hundas. Todo pasa, esto también pasará”.
3.- Velvet Revolver, Chile, 2007. Slash me dio la mano. Sip, me dio la mano y yo no me podía mover ni hablar. Después del shock, le entregué a Duff McKagan la raída carátula de su disco solista, Believe in Me, y me preguntó ‘¿De dónde lo sacaste?’ (es una copia viejísima y en esa época no se podía encargar por internet). Le dije que se lo había encargado a mi papá cuando viajó a Suiza y que también le encargué unos discos de Sebastian Bach y me trajo unos de Johann Sebastian Bach. Duff se largó a reír y en eso llegó Matt Sorum – Oye, yo también toqué en ese disco – Dijo tomando el lápiz y firmándolo junto con mi copia de Use Your Illusion. Momentos que veré en un flashback cuando esté a punto de morir.
4.- UDO, Wacken, 2011. La conferencia de prensa de UDO Dirkschneider acababa de terminar y yo había llegado tarde. Se estaba yendo y no pude pensar en nada más que tratar de detenerlo y hacerle algunas preguntas mientras me hincaba en una plataforma para poder hablarle. Me las arreglé para detenerlo un rato, pero entonces sonriendo y muy caballerosamente, me dijo que la conferencia se había terminado. Y ahí ocurrió, el momento que todo fan del rock and roll tiene alguna vez en su vida, el momento Wayne’s World. Aprovechando que ya estaba de rodillas, dije “Por favor una foto! Eres uno de los padres del metal, I’m not worthy!’. Él se largó a reír moviendo su cabeza a los lados y finalmente se acercó para tomarse la foto conmigo. Cuando se fue, me di cuenta de que había un tipo a mi lado, muerto de risa grabando todo mi espectáculo, por suerte Youtube estaba aún en pañales.
5.- Chlidren of Bodom, Chile, 2004. Le pregunté a Henkka si podia entrevistarlo y acordamos una hora para juntarnos en el lobby del hotel. La verdad es que tenía mil cosas encima y perdí la noción del tiempo. Cuando me di cuenta de que no alcanzaba a llegar le escribí al productor para que le avisara a Henkka. Cuando me lo encontré en backstage luego del show, me dice – Oye, ¿qué pasó con tu entrevista? – ¿Cómo? ¿No te dijeron que no pude llegar? – Negó con la cabeza – Te estuve esperando bastante rato – Y así, ya había cumplido con varias de esas metas importantes que la gente tiene en la vida: sembrar un árbol, viajar por el mundo, dejar plantada a una estrella de rock…
6.- Mr. Big, Aarhus 2011. Al final del show, Eric Martin me ve y dice ‘Me encantan los fans que expresan su felicidad en nuestros shows, pero tú estabas ahí con esa cara, como que estabas muy aburrida’. Me enfurecí porque me lo dijo delante de mucha gente … y empezó a imitar mi supuesta cara! Y peor aún, me había encantado el show y lo había disfrutado, así que le dije que él debiera saber mejor que nadie que todos nos expresamos de maneras distintas, que a lo mejor él pensaba que cuando una chica estaba disfrutando el show se levantaba la polera pero que sorry, ya no estábamos en los ’90. Minutos después, Billy Sheehan sale y cuando me ve, dice – Hola! Oye, tú estabas en primera fila, rockeando! – Gracias,Billy.
7.- Dir En Grey, Wacken, 2011. Los vi en backstage dando una entrevista y sabía que yo no era la única al acecho porque había un par de chicas siguiéndolos y mirándome con cara de odio. Para ser honesta no sé si teníamos los mismos ‘objetivos’ pero el fin era acercarse, yo como corresponsal en Wacken, ellas no sé. Tal como en un western de John Wayne, nos declaramos la guerra con la mirada. Así que en el momento en que creí que habían terminado la entrevista, salté como fiera para ganarles y me presenté ante ellos en mi precario japonés. Me miraron pestañeando como si yo viniera de otro planeta hasta que uno de ellos dice consternado – ah… so desuka– (‘ah, si?’) y entonces un japonés tipo luchador de zumo se acercó enojadísimo retándome porque aún no finalizaban la entrevista con el otro medio. Dije que lo sentía – gomen, gomen – Al parecer, el gordo era el manager y aunque le había hecho pasar un mal rato, cuando finalizaron, me avisó diciendo que me podía sacar una foto pero no responderían más preguntas – Ok, ¿puedes tú tomar la foto? – Le dije pasándole la cámara patudamente y sonrió como diciendo ‘qué mina más cara de raja’- – Arigatou, arigatou – Sonreí a lo Sailor Moon
8.- Crashdiet, Wacken, 2011. La verdad estaba nerviosa de pedirles una cuña. Todos somos humanos, la belleza extrema intimida y los suecos parecían de esos bad ass del L.A. Sunset Strip de los ’80. Tímidamente me acerqué diciendo que era de Chile y si era posible que mandaran un saludo a nuestra página y a sus fans en dicho país. ¿Hablé muy bajo? Fue como si yo no existiera, las estrellitas de rock estaban pendientes de las groupies, excepto por un tipo a mi lado que tenía un mohawk platinado enorme, chaqueta de cuero con tachas, pantalones rotos, los ojos delineados, botas vaqueras y me miraba con atención – Por supuesto – Dijo. Era Simon Cruz. Lo cortés no quita lo bad ass.
9.- Arch Enemy, Chile, 2008. Luego de entrevistar a Mike Amott, Daniel Erlandsson hace su entrada. Hay whiskey, cerveza, un montón de alcohol. Empezamos a hablar de música cuando una chica se incorporó en nuestro diálogo de la nada. Ok, me quedó claro que a pesar de que yo estaba con mi credencial de prensa y grabadora, esta niña me había visto como una rival. Tallas pesadas y palos iban y venían. Yo no me iba a mover de ahi porque ella había llegado a interrumpir mi conversación y me dio rabia su pesadez. Ella tampoco porque aparentemente Erlandsson era de su propiedad aunque él mismo no lo sabía. Daniel, a modo de gracia, dice que conoce una técnica rusa para beber como si fuera agua e hizo una demostración, terminándose el trago y resultando totalmente digno. Ella le siguió el juego y la verdad yo no estaba tan segura, pero empezó a desafiarme y mi instinto competitivo pudo más. Para qué contar la cañita al otro día. Mea culpa por cabra chica y chúcara. Nunca más.
10.- Mike Tramp, Aarhus 2009. Llegué temprano al teatro cuando me lo encuentro en un stand vendiendo sus discos. Le dije que era de Chile, que estuve en su presentación con White Lion en Santiago y contestó que se acordaba del concierto, preguntándome luego si había llegado sola ahí. Le dije que sí, que nadie me quiso acompañar porque mis amigos no escuchaban lo mismo que yo. ‘Sí, ya nadie escucha rock and roll’ dice con nostalgia y algo de amargura. Luego del recital, Mike volvió al stand a vender sus álbumes. Me despedí con una seña y él también mientras yo pensaba ‘Mike Tramp vendiendo sus propios discos después del concierto … eso jamás hubiese pasado en Chile’.