Hace rato que Santa Cruz dejó de ser la banda glam de Anthem for the Young and Restless, Nothing Compares To You o High On You. Hay que aceptarlo y les ha ido muy bien con este giro. Actualmente, es un grupo de rock moderno, más cercano a Nickelback que a sus coterráneos de Reckless Love y que aparece en Rolling Stone como una de las 10 bandas que necesitas conocer.
Bad Blood Rising es una confirmación de esto. No es es el furioso y rockero Screaming for Adrenaline. Tampoco el híbrido entre hard rock y Children of Bodom que fue su homónimo del 2015 . Se trata de una cruza entre ambos, una placa que está entre el fogoso rock and roll y lo cool de un sonido un poco más elaborado. Resultado = Tibio.
La pasta para crear coros tipo himnos sigue estando ahí, y es en parte, una de las razones por las que conservan su esencia hard rockera de antaño. El tema de apertura Young Blood Rising, Drag Me Out of The Darkness, River Phoenix o el silbido de Breath (que remite mucho a Guns N’Roses), son prueba de esto pero de alguna manera, se siente forzado, la habilidad está ahí pero no explota.
A este álbum le falta calle. Bad Blodd Rising hace el intento pero se siente plástico. Pareciera que Santa Cruz quiere renegar o bien, separarse definitivamente de sus raíces hacia algo más comercial. Le falta calle para ser hard rock pero carece de determinación para dar el vuelco hacia hacia Limp Bizkit, lo que queda patente en temas como Voice of the New Generation.
Bad Blood Rising suena más bien como una fusión entre skates y algunos vestigios de glam. Se trata de un rock muy depurado, más producido, menos honesto, al que le falta un poco de alma y claramente no apunta al público que los vio nacer.
HIGHLIGHTS:
Young Blood Rising. La pegajosa apertura del disco
River Phoenix . Uno de los mejores, sino el mejor tema del álbum
Drag me Out of the Darkness. Dramática y poderosa. Si te gusta 30 Seconds to Mars, te encantará