BANDAS QUE NUNCA IMAGINASTE VER EN VIVO : TESLA

Que la música es nuestra banda sonora no es sorpresa para nadie. Es su super poder, ese que las otras formas de arte no tienen o al menos, no de manera tan instantánea. La música es circunstancial, el recuerdo se mueve simultáneamente con una canción, como un engranaje.

The Great Radio Controversy de Tesla fue mi banda sonora en uno de esos momentos oscuros de la vida. Oscuros, literalmente, viviendo en un lugar donde el sol se escondía cerca de las 3 y media de la tarde, dejándote 6 miserables horas de luz. Oscuros, por circunstancias que no ha lugar mencionar ahora pero que resumiré en una frase del segudo track del mencionado álbum: “Lady luck took a walk”.

Con el pasar del tiempo, Tesla se transformó en una de esas bandas que ni en sueños imaginé ver en vivo. Cuando sacaron Simplicity en 2014, se acrecentó un poco la posibilidad. Sin embargo, Tesla fue parte de esa camada que se perdió en el limbo de fines de los ´80 y comienzo de los ´90, cuando emergieron grandiosos grupos que se vieron atrapados en la vorágine del grunge.

El umbral 1990- 1992 fue como el triángulo de las bermudas del hard rock. Si no sacabas un disco definitivamente notable te perdías en una escena que emergía tan rápido como caería en un par de años. Y después de Mechanical Ressonance y The Great Radio Controversy, de 1986 y 1989 respectivamente, Tesla se perdió entre los excesos propios de la industria y los coletazos del grunge. Quizás les faltó maquillaje, quizás una power ballad más potente que Love Song y es que con un cantante como Jeff Keith y discos como los anteriormente mencionados, Tesla debió ser más grande de lo que fue y por cierto, siguen siendo bastante subvalorados.

Por ende, es una banda que los productores locales no se arriesgarían a traer. A menos que … vinieran en el marco de un festival. Cuando fue anunciado el cartel de Solid Rock, encabezado por Deep Purple y al principio incluyendo a Lynyrd Skynyrd en vez de Cheap Trick, con Tesla como banda invitada fue una grata, grata sorpresa.

Llegado el día, 8 de Diciembre en Movistar Arena, había poca gente.  A las 21 horas en punto, Tesla abría los fuegos con un sonido que dejó bastante que desear. Una banda de ese nivel, debutando en Latinoamérica, debió haberse lucido mucho más en ese aspecto.

El público inerte fue otro factor que empañó el set list de 45 minutos. Se entiende que no es una banda muy popular en estas tierras, más bien de nicho. Pero el rock and roll sí se puede bailar y SIEMPRE se puede gozar.

Eso no perjudicó la entrega de Tesla en el escenario, todos y sobre todo un notable Jeff Keith estuvieron impecables. Sin embargo, quedé con gusto a poco.  Creo que siendo su debut en Santiago, el setlist pudo haber mejorado un poco, a modo de estrategia. Abriendo con Into The Now, del disco del mismo nombre (2004) y siguiendo con Edison’s Medicine de Pyschotic Supper (1991) la gente no prendió. Es una humilde opinión pero si vas a debutar, creo que la mejor idea era apelar solamente a hits y temas más enérgicos. El resto: The Way It Is, Signs, Little Suzi, Love Song y un brillante cierre con Modern Day Cowboy (a esa altura el sonido había mejorado bastante) estuvieron perfectas, aunque signo imaginándome este setlist en un local más pequeño.

Tesla se ha convertido en una banda de culto y el público el pasado 8 de Diciembre en Movistar Arena lo demostró. Sí, quizás en sus años les faltó maquillaje o una power ballad más melosa y potente que Love Song. Pero no sería Tesla. La esencia del quinteto de Sacramento es sin duda un hard rock honesto, de jeans y polera. Son al final, working class heroes, que surgieron sin caras bonitas, sin salir con super modelos, sin los escándalos mediales típicos de la época, músicos que están donde están gracias al esfuerzo. Y sobre todo en estos tiempos de escasa meritocracia, podemos identificarnos con eso.

Sigo pensando que el show no le hizo justicia a este pedazo de banda. De todas maneras, uno, como fan, se queda con la voz y performance impoluta de Keith, con el feeling de Frank Hannon y Dave Rude y la ejecución intachable de Brian Wheat y Troy Luccketta; con haber escuchado en vivo algunos de esos temas que tuvieron importancia en tu vida e iluminaron momentos oscuros con rock and roll, porque a estas alturas, todos somos modern day cowboys. Y por supuesto, nos quedamos con el inigualable placer de marcar ‘check’ en la lista de bandas nunca imaginaste ver en vivo.

 

 

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