Pretty Boy Floyd no inventó la rueda. No son eminencias de la música pero tienen canciones entretenidas y perfectas para la fiesta. Esa es su esencia y Public Enemies no busca desmentirla sino jugar con ella.
Es la cuarta placa original del grupo, después de Size Really Does Matter de 2004 y el opening S.A.T.A. de entrada, ya te dice qué esperar. Citando el famoso coro de estadio que abre Leather Boyz With Electriz Toyz de 1989 (ya saben cuál : wooohh, oooohh, oooohh… ese mismo xD), es evidencia de que Pretty Boy Floyd siguen en los 90.
Se trata de un disco autogestionado, producido y grabado por el guitarrista Kristy Majors y Keri Kelli, otrora, miembro del grupo y hay que remarcar que a ratos, Public Enemies, es un disco un poco más heavy metal que el material que los consagró, con temas como ‘Rock and Roll (It’s Gonna Set the Night On Fire’) o ‘I Wanna Be With You’.
Sin embargo, es difícil superar la nostalgia. Este año ya van dos placas que han logrado hacerle competencia a sus propios discos antiguos (L.A. Guns y Vain) pero hay que evaluar Public Enemies como lo que es: un álbum para evadir la realidad y pensar que estás en otra época.
Esto, a pesar de que temas como Highschool Queen o So Young So Bad encajarían perfecto en la década de los 90 pero actualmente se vuelve un poco perturbador que a estas alturas, Pretty Boy Floyd siga fantaseando con menores de edad que deberían estar jugando con muñecas en vez de jugar con sus bolas’ (textual de uno de los temas).
Se valora la honestidad, porque a Pretty Boy Floyd no podría importarle menos las 3 décadas que han pasado. Y lo han dejado claro en su sonido, en sus letras y en su sitio, donde se lee: “No nos importa lo que los críticos piensen o el ir y venir de las tendencias. Habiendo callado a muchos críticos que dijeron “nunca van a lograrlo”, Pretty Boy Floyd continúa grabando y girando por el mundo”.
HIGHLIGHTS:
American Dream
We Got The Power
Feel the Heat