Luego del documental ‘Anvil! The Story of Anvil’ , los canadienses han recuperado el escurridizo reconocimiento que les ha rehuido injustamente, cayendo en bandas como Metallica o Anthrax que se convirtieron en leyendas pasándolos de largo.
Es en este marco, que los canadienses arremeten con su disco número 17. Todos los factores que hacen que Anvil sea Anvil, están presentes en Pounding the Pavement, una placa más cercana a las primeras entregas del grupo que a sus trabajos en los 90, lo que implica que el álbum es puro Heavy Metal.
Podríamos decir que le falta algo de producción pero lo cierto es que la música es como manejar, te pide más o menos velocidad. Y en el caso de Anvil , el tipo de música a la que han dedicado 40 años de carrera, pide un sonido sucio y callejero. Y así lo entendió Jörg Uken, baterista de Rumble Militia y Stormwarrior, productor de este álbum y otras bandas como Sinister.
El disco abre con una canción dedicada a la voz del GPS, Bitch in the Box y a ratos se puede sentir un poco básico y añejo pero nuevamente, estamos hablando de Anvil, una banda que a estas alturas no le podría importar menos la opinión del resto, una banda que perdería su esencia en búsqueda de un sonido moderno.
En ciertos pasajes como Doing What I Want, Anvil se acerca como nunca al sonido de Motorhead y si lo pensamos bien, por peso y por sonido, el trío canadiense se convierte en lo más cercano que tenemos a ellos en vista del reciente deceso de Fast Eddie Clarke.
Pounding the Paviment no es un disco esencial. Si es por eso, nos remontamos a Metal On Metal y Forged In Fire pero si eres fan, este álbum te encantará. Anvil encarna el Heavy Metal, principalmente porque su lema durante 4 décadas ha sido persistir. Porque son resilientes y así lo demuestra su música.
HIGHLIGHTS:
Ego, Doing What I Want, Pounding The Pavement